Las librerías y papelerías de nuestra ciudad, de la misma manera que todo el comercio y el resto de actividades en general, han estado a primera línea de la crisis sanitaria en los momentos más duros del confinamiento, ofreciéndonos distracción y cultura, y, también, el material necesario para que nuestros hijos e hijas pudieran continuar con sus tareas escolares a distancia.
Es momento, pues, de recordar de cara al nuevo curso escolar que nuestros comercios, nuestras librerías y nuestras papelerías nos necesitan.